Considerado el whisky de malta más delicioso y complejo del mundo, Glenmorangie atrapa por su distinción y espíritu primaveral que está dado por una década de envejecimiento en los alambiques más altos de Escocia con barricas de vino profundamente tostado.

Allí madura durante 10 años y genera una bebida espirituosa suave, dulce y cremosa, perfecta para disfrutar en cualquier momento. Seduce por su ligereza que se incrementa con los aromas de naranja.

Notas de cata

Vista: Color oro pálido.

Nariz: Aromas florales, citricos, avainillados y menta salvaje. La vainilla se desliza entre el melocoton, las mandarinas y los limones. El hinojo y la nuez moscada se mezcla con almendras picadas y coco dejando paso a un nectar de fruta, especias y frutos secos.

Boca: Fresco, aromático, refinado y equilibrado. Gusto a vainilla, caramelo. Se dejan percibir aromas frutales y florales que dan paso a sabores miel, madera, nuez, hinojo y especias.