El XI Campeonato Mundial FIP se realizó en la ciudad de Sydney con la colaboración del Sydney Polo Club. El equipo chileno, defensor del título mundial logrado en 2015, realizó una destacada campaña que lo llevó a ganar el grupo B y lo enfrentó en la final al equipo de Argentina ganador del grupo A. Se jugó un partido muy ajustado, igualado a 7 goles en el sexto chukker, solo un gol de oro separaba a ambos equipos del triunfo y este fue para la Argentina imponiéndose por 8 a 7, de este modo la selección trasandina alcanzó su quinto título como campeón del mundo.