Bodega Miguel Torres Chile está de aniversario. Manso de Velasco, uno de sus tintos más premiados, acaba de cumplir 30 años, tras ser bautizado el año 1986 como un homenaje al que fue Gobernador de Chile y fundador de la ciudad de Curicó, José Antonio Manso de Velasco.

Cabernet Sauvignon 100%, Manso de Velasco de Viña Miguel Torres Chile, es un vino ícono envejecido en barricas de roble francés con un tiempo de crianza de 18 meses aproximadamente y que tiene su origen en el Fundo San Francisco en Lontué, en el Valle de Curicó, en parras de 115 años de antigüedad. “Manso de Velasco representa la historia vitivinícola de Chile. Vemos en una cata vertical el reflejo fiel del desarrollo del estilo del vino chileno de alta gama en los últimos 30 años” señala Miguel Torres Maczassek, Director General de Bodegas Torres.

Este tinto de parras “centenarias” sorprende con un intenso color rubí oscuro, exquisito aroma con las notas clásicas de confituras de pequeños frutos negros y matices de cuero. Paladar de gran elegancia, con suaves taninos y prolongados acordes frutales y especiados, que se complementan hacia el final, con finas notas de pan tostado. Por su parte el maridaje, una vez descubierto, proporciona un intenso placer y sorprende por su fuerza y elegancia acompañando asados de carne y la caza de pelo.

Vino de clase mundial

Manso de Velasco ha sido un vino reconocido tanto a nivel nacional como internacional en donde destacan diversas premiaciones. Es considerado el primer vino de Miguel Torres Chile pensado para ser un ícono y, además, se encumbra como uno de los Cabernets Sauvignon chilenos más reconocidos fuera del Valle del Maipo, compitiendo de igual a igual con los mejores del Maipo y de Chile.

¿Pero qué lo hace de clase mundial? Manso de Velasco tiene varias particularidades, una de ellas es su origen. Un viñedo de Cabernet Sauvignon de más de 100 años en donde se obtienen uvas de calidad y consistentes debido al equilibrio logrado por las vides a través de los años y por su ambiente. “Los suelos son de origen aluvial, con presencia de clastos redondeados y textura franco-arcillosa, muy profundos y de baja fertilidad, lo que proporciona un control natural del vigor de la planta, obteniendo uva de calidad única.” señala Fernando Almeda, Director Técnico y Enólogo de Miguel Torres Chile.