El primer híbrido del Cavallino Rampante alcanzó los 240 km/h por las calles del Principado mientras se filmaba el remake de “C’etait un rendez-vous”.

El fin de semana debería haberse corrido el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, en el mítico circuito urbano de Montecarlo. Sin embargo, como fue suspendido por la pandemia de Covid-19, Ferrari aprovechó el escenario para hacer un remake del legendario cortometraje “C’etait un rendez-vous” (Era Una Cita) en las calles del Principado.

Si bien los cortometrajes filmados en 1976 y en 2020 tuvieron el mismo director, Claude Lelouch, las diferencias fueron los protagonistas. La versión de este año sorprendió con un Ferrari SF90 Stradale, el primer modelo híbrido de la casa italiana, manejado por Charles Leclerc, la nueva estrella del equipo Ferrari de Fórmula 1.

Las cámaras del director francés acompañaron al Ferrari mientras el piloto monegasco lo exprimía en un recorrido impresionante por distintas calles y carreteras del Principado, lo que recordó el ambiente que se vive en uno de los GP más icónicos. De hecho, el superdeportivo alcanzó velocidades de hasta 240 km/h en su camino hacia la misteriosa “gran cita”, que se estrenará el próximo 13 de junio.

También fue protagonista el Príncipe Alberto II de Mónaco, quien hizo una breve aparición en la película como gesto a la actual crisis sanitaria que afecta a todo el mundo. El presidente de Ferrari, John Elkann, y los príncipes Andrea Casiraghi y Pierre Casiraghi con su mujer, la princesa Beatrice Borromeo, también visitaron el set.

Gracias al levantamiento progresivo del confinamiento en Francia y Mónaco, el rodaje también fue contemplado por un nutrido grupo de curiosos espectadores desde los balcones y a pie desde la calle, supervisados por las autoridades locales.

El tráfico fue detenido para permitir que el SF90 Stradale, que puede pasar de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos, desatase toda su potencia en las calles del Principado. La vibrante sonoridad del motor del automóvil rompió un largo período de silencio para los entusiastas del Cavalino Rampante y sus aficionados.

Para Ferrari, lo más importante de todo es que el rugido de su V8 híbrido, con una potencia total de 1.000 CV, trasladó un mensaje de optimismo, y marcó el primer paso del regreso del automovilismo, el cine y la vida social, mientras Ferrari se esfuerza por dejar atrás la pandemia a través de la solidaridad, el compromiso y el comportamiento mutuamente responsable.

Ferarri en Santiago de Chile

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